Bolívar y la Anarquía


BOLIVAR Y LA ANARQUIA
Por: Jorge Mier Hoffman

Así escribió Antonio José de Sucre el 3 de abril de 1827, en carta dirigida al Coronel Vicente Aguirre: «Los sucesos de Venezuela me tienen lleno de dolor; preveo males, malas consecuencias y ya estoy temiendo que aun el Libertador hallará dificultades para arreglarlas. El Proyecto de hacer de Colombia los estados federados es el menor de los males que de pronto nos ocurrirá, pero es el principio de males graves. Entiendo que nos amenaza un funesto porvenir. Si los colombianos no se unen de todo corazón van a ser presa de la tiranía o la anarquía… Nada más contagioso que la anarquía… Pobres pueblo..!»

Simón Bolívar escribió: «Los anarquistas se destruyen recíprocamente y se dividen, en tanto que sucede todo lo contrario con los virtuosos… Veo como posible fijar la estabilidad política y social en este país. Si nos dividimos se pierde la República. Si se establecen leyes débiles, como son todas las que emanan de un gobierno muy libre, nos convertiremos en un país sin gobierno, porque es constante que la fuerza del gobierno debe ser relativa a la extensión de sus enemigos»

Bolívar lejos de ser un idealista o un soñador, es el pensador que al penetrar profundamente la estructura social de los pueblos que ha redimido, dictó para ellos constituciones propias al estilo de vida de esos pueblos con las características particulares de cada región. Bolívar: «Las naciones son esclavas de su Constitución, ellas rigen el destino de sus ciudadanos. El espíritu de las leyes deben ser propias para los pueblos que las hacen, relativa a lo físico del país, al clima, a la calidad del terreno y a su pueblo»… Su genio no se adapta a modelos ni patrones tradicionales, sino que inventa un nuevo estilo de hacer las cosas, con ingredientes de su propia inspiración: cuando se necesita una Ley, un Reglamento, un Plan Estratégico, o simplemente se clama por una solución que nadie es capaz de vislumbrar, él los modela con ideas propias, como si se tratara de un escultor, que ante la mirada anonadada de sus espectadores, deja volar su imaginación para tallar seis naciones que hoy orgullosas llevan su firma indeleble: Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia y Panamá; todas ellas nacen con Bolívar cuando esos inhóspitos territorios no tenían límites ni fronteras… Cuando extendemos la mirada al mapa geopolítico continental, para maravillarnos de esas extraordinarias seis naciones bolivarianas, debemos recordar y tener presente en cada momento de nuestras vidas, que hoy son naciones que ayer no existían, ni parcial ni colectivamente; simplemente era una vasta región inaccesible, que en los mapas de la Corte Europea, sólo demarcaban sus riquezas mineras y agrícolas para beneplácito de los imperios económicos, quienes las explotaban indiscriminadamente.

Bolívar, como ha sido señalado por varios afamados escritores, fue un «Alfarero de Repúblicas», que convirtió de la nada, naciones forjadas a sangre y fuego en medio de la anarquía popular, la conspiración de la oligarquía y la prepotencia del imperialismo económico… Pero no sólo fueron estas seis naciones bolivarianas quienes les deben su razón de ser a ese ilustre venezolano, sino que: México, Nicaragua, Costa Rica, Brasil, Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay, Cuba y Puerto Rico, fundamentaron sus doctrinas de independencia en el ideal de Bolívar; y hoy no existe una página del derecho público internacional americano, que no esté sustentado por la ideología y el pensamiento del Libertador… Es un hecho de tanta trascendencia y significación, que para comprender su magnitud histórica y dimensión humana, hay que remontarse en más de quince mil años de cronología universal, y por más que escudriñemos en un sin fin de literatura en todos los idiomas, en todas las naciones, y en todas las religiones, con toda seguridad no encontraremos una persona a quienes tantas naciones le deban su existencia… El bolivarianismo como un culto a la inteligencia, a la justicia, y a la unidad, se extendió por todo el continente, desde que Bolívar con tan sólo 26 años de edad promulgó su primer discurso político en la Sociedad Patriótica, organización que por cierto, no era un partido político como decía Uslar Pietri, sino una agrupación de personas que trabajaban por el bien común… Aunque al mundo imperialista le duela reconocerlo, y hagan lo imposible por ocultar su mensaje, el bolivarianismo es la esencia del humanismo en su máxima expresión de ideología social y patriotismo exacerbado, que nos obliga a todos los nacidos o asimilados a esta prodigiosa tierra de Bolívar, rendir un culto a su pensamiento y obra; y así como las religiones invocan oraciones al cielo para honrar al Padre Creador, Juan García del Río escribió una oración para honrar al Padre de la Patria:

«Y tú, Bolívar, ángel titular de estas tierras que por tus esfuerzos liberaste, desde la mansión donde reposas, cubre a la Patria con tus alas…! Infunde tu espíritu a tus hijos… Feliz si al dulce rocío de las alabanzas que tus bellas acciones han arrancado a la verdad y a la justicia, creciesen las virtudes de los hijos de la noble Venezuela, cual crecen las plantas al rocío benéfico del cielo»

La Venezuela de hoy, al igual que ayer, está atrapara en la anarquía polarizada entre quienes invocan el ideal bolivariano, y un sector, pequeño pero poderosos, cautivado por el mundo materialista de libre mercado, que ve con horror las proclamas del Libertador, donde se encuentran las respuestas a la crisis que nos embarga; como bien decía Bolívar: «…esta revolución bolivariana es para los que aún no han nacido… Ni nosotros ni la generación que nos suceda, verá el brillo de la América que estamos fundando… Una nueva casta de todas las razas producirán la homogeneidad del pueblo»… El principal problema que vislumbró el Libertador cuando penetró la sociedad venezolana en todas sus manifestaciones fue esa ANARQUÍA..! Una palabra de apenas ocho letras… pero la causa de todos nuestros males..! Bolívar: «Nuestro principal problema es la anarquía de nuestro políticos, de nuestro ejército, de nuestra iglesia, de nuestros comerciantes y hasta de nuestro pueblo… Cada quién cree tener la solución, cada quién quiere ser un líder y desde el primer momento, cada quién enfrenta al contrario; es decir, cada quién quiere hacer una cosa distinta y adopta posiciones antípodas sin causa aparente y sin importar la voluntad de la mayoría»… Bolívar sabía lo difícil que era gobernar un pueblo anárquico por naturaleza… él decía: «Habiendo ya cumplido con la Justicia, con la humanidad, cumplamos ahora con la política, con la sociedad, allanando las dificultades que opone un sistema tan sencillo y natural, mas tan débil que el menor tropiezo lo trastorna, lo arruina. La diversidad de origen requiere un pulso infinitamente firme, un tacto infinitamente delicado para manejar esta sociedad heterogénea cuyo complicado artificio se disloca, se divide, se disuelve con la mas ligera alteración»… Irónicamente, esa actitud anárquica del venezolano, fue el principal aliado del Libertador para desbaratar a los ejércitos más sanguinarios del planeta; así se refería el Libertador: «No somos indios, ni españoles ni africanos; somos una nueva raza heredera del gentilicio indígenas bendecidos por el creador»… Bolívar observó que el estado caótico de Venezuela estaba en cada individuo que la habitaba, cuyo desequilibro de la sangre india, africana y europea, degeneraba en un estado de inseguridad y una honda anarquía que cada venezolano lleva por dentro; por ello, cada soldado de la independencia era él mismo una batalla, lo que ponía en desventaja a los adoctrinados soldados españoles, quienes luchaban conforme al Manual de la Guerra aprendido en las academias militares.

12 DE FEBRERO DE 1814

El sanguinario José Tomás Boves comanda el mayor número de jinetes que jamás se haya concentrado en los campos venezolanos… Más de ocho mil hombres, también venezolanos, festejaban la segura aniquilación de un grupo de estudiantes inexpertos que defendían valientemente la plaza de La Victoria. Por instrucciones del Libertador, el patriota José Félix Ribas tenía la misión de defender la entrada a Caracas, y ante el estado desastroso de sus tropas, organizó en soldados lo único que tenía disponible, como eran los 800 estudiantes de la Universidad de Caracas… El nerviosismo y el miedo se habían apoderado de los jóvenes que por vez primera empuñaban una lanza, un rifle o una espada, cuando en el horizonte ven la nube de polvo que viajaba junto con las tropas de Boves… La carga enemiga se aproxima, mientras los jóvenes estudiantes invocan sus oraciones al cielo ante la muerte inminente… Ribas se dirige a esos muchachos con palabras efervescentes de patriotismo: «Soldados: lo que tanto hemos deseado va a realizarse hoy: he ahí a Boves… Cinco veces mayor es el ejército que trae a combatirnos; pero aún me parece escaso para disputarnos la victoria. Defendéis del furor de los tiranos la vida de vuestros hijos, el honor de vuestras esposas, el suelo patrio; mostradles vuestra omnipotencia. En esta jornada que ha de ser memorable, ni aún podemos optar entre vencer o morir: necesario es vencer… Viva la República»… Ante estas palabras inspiradoras, redoblan los tambores, se izan las banderas patriotas para retar al enemigo, y un repique de campanas vibran entre las ruinas de la catedral derruida por el desastroso terremoto… Nos escribe el insigne escritor Eduardo Blanco: «el enemigo descarga su furia sobre la plaza que valientemente defienden los estudiantes: crece el fragor de la impetuosa carga; ruge el cañón vomitando metralla; y una inmensa granizada de balas que se cruzan con fatídico silbido, rebota sobre la plaza convertida de súbito en un circo de fuego, que lanza como rayos la muerte y cubre la tierra de cadáveres, mientras Boves contempla la matanza con júbilo insensato»… Ribas, cubierto de sangre y rodeado de cadáveres en medio de lamentos, gritos y maldiciones que estremecen el cielo, se levanta aún más impetuoso y reta a la anarquía del venezolano que llevamos todos por dentro, para que cada estudiante en su pequeña trinchera librara su propia batalla..! Ahora Boves ya no entablaba una sola lucha, sino cientos de batallas distintas que con todo arrojo y agresividad mostraban los jóvenes estudiantes, para derrotar a ese increíble ejército de bandoleros, quienes huyen despavoridos con la misma animosidad con que pretendía tomar La Victoria, en una fecha inolvidable que hoy celebramos como el Día de la Juventud… Esa misma anarquía propia del venezolano que derrotó a Boves en La Victoria, fue la misma que vibró en mil batallas para liberar a todo un continente… Pero en momentos de paz todo es diferente… Nuestra anarquía necesita alimentarse de la polémica, la insatisfacción y el disentimiento, para alimentar nuestro temperamento, que parece encontrar momentos de reposo sólo en tiempos de guerra… Bolívar, como genuino venezolano, fue ejemplo de ello… él decía: «la presencia del peligro y de las dificultades estimulan a mi espíritu decaído. Para un valiente, el riesgo es el verdadero apetito… La guerra es mi elemento y los peligros mi gloria… Cuando me hablan de valor y audacia siento revivir todo mi Ser»

Bolívar estaba conciente que la anarquía del venezolano, más que una actitud, es una condición propia de la naturaleza de nuestro pueblo, motivado a un liderazgo innato que surge de las entrañas de la propia comunidad, donde el trabajo mancomunado y la convivencia familiar, forman a los individuos para el trabajo rudo; y donde el poder de la palabra, la autoridad y el don de mando, constituyen las herramientas del día a día del campesino, del pescador, del minero, y de todo aquel trabajador que debía luchar para sobrevivir bajo las armas del verdugo, la opresión y la autoridad española… Durante generaciones tras generaciones, la sangre española y africana fue forjando la sociedad indígena nativa de esta tierra, que en su genética, evolucionó a una nueva identidad que el mundo conocerá como: la raza venezolana..! Bolívar al reflexionar sobre el estilo de gobierno que debía imperar en Venezuela, decía: «Por lo mismo que ninguna forma de gobierno es tan sensible como la democracia, su estructura debe ser de la mayor solidez y sus instituciones consultarse constantemente para que haya estabilidad. Si no es así, contemos que se establece un ensayo de gobierno, y no un sistema permanente, contemos con una sociedad díscola, tumultuosa y anárquica, y no con un establecimiento social donde tenga su imperio la felicidad, la paz y la justicia»…

Como amante de la Libertad, Bolívar estaba conciente que la democracia en Venezuela requería de aditivos propios a la idiosincrasia de su pueblo, y no podía tomarse como un modelo a copiar de otras latitudes, sino por el contrario, debía ser una democracia propia al estilo del país, ya que la proliferación de partidos políticos convirtieron la gobernabilidad en un negocio, y por consiguiente, los políticos terminaron siendo testaferros de poderosos sectores económicos nacionales y extranjeros, quienes conspiraban para esclavizar a su pueblo y drenar las riquezas del país… Célebre son las opiniones que al respecto tenía el Libertador: «Malos legisladores nos conducen a la anarquía, después a la tiranía y siempre a la ruina. Jamás un Congreso ha salvado una República, por la dificultad que hay para componer un buen Congreso. Los hombres de mérito no van a él porque los caminos son horribles y las distancias inmensas. Solamente los majaderos e intrigantes se encargan de la representación popular. Para formar un legislador, se necesita de educarlo en una escuela de moral, de justicia y de leyes… Esos que se hacen llamar diputados, amontonaron escombros de fabricas monstruosas, para edificar sobre una base gótica, un edificio griego al borde de un cráter en peligro de erupción»… Y precisamente esta ha sido la constante en toda nuestra historia democrática: personas que se vendieron como representantes del pueblo, y luego que ganaron las elecciones, usaron el cargo para pagar favores a quienes subvencionaron sus campañas electorales, o en el mejor de los casos, para financiar a su propio partido político que lo postuló como candidato, o para beneficio de él y de sus allegados, en fin, ha sido una constante en nuestros gobernantes, caer en la tentación de convertir el cargo público en un medio para hacer negocios, y sólo se acuerda del pueblo en las elecciones, cuando tiene que cautivar a los incautos votantes con mentiras y regalos… Esta realidad política que ayer al igual que hoy ha sido invariable en nuestros estilos de gobierno, lejos apaciguar la llama electoral, aviva la anarquía de la gobernabilidad, para enrarecer el ambiente social que reclama paz, esperanza y sosiego: apenas se lograba el triunfo electoral, el pueblo celebra a su gobernante, y ya la oposición se prepara a derrocar al nuevo gobierno. No importa si lo hace bien o mal; los partidos políticos republicanos y conservadores hace lo único que saben hacer: apoyar de manera incondicional, conspirar de manera irracional, e invocar la anarquía del pueblo para acelerar el deterioro social… así lo vivió el Libertador y así ha sido en 173 años..!

Bolívar, ante esta anarquía política que plagó los miserables pueblos por él liberados, tuvo la fórmula para lograr un cuerpo de representación popular fieles a la Constitución, con gobernantes consagrados a las leyes y comprometidos con sus electores, como la única fórmula capaz de doblegar el ímpetu anárquico de su pueblo… El modelo de democracia diseñada por Bolívar, lograba el equilibrio ideal para que los partidos políticos desaparecieran del panorama político luego de finalizada cada elección, evitando así que se convirtieran, como son hoy por hoy, en la sombra permanente de distorsión, chantaje, trabas, y enriquecimiento de la función pública; y por consiguiente, detonadores de los Golpes de Estado que rompen con el hilo constitucional: «Por lo mismo que ninguna forma de gobierno es tan sensible como la democracia, su estructura debe ser de la mayor solidez y sus instituciones consultarse constantemente para que haya estabilidad»… Al evaluar la percepción electoral de Bolívar, se deduce una elección piramidal consecutiva y por etapas, para ir creando las bases de solidez y apoyo popular, para ascender en la pirámide de la gobernabilidad, que llevaría finalmente a la elección del presidente de la República… Con este novedoso esquema piramidal de elecciones consecutivas desde las bases populares, no se requería un ambiente festivo electoral, como las campañas carnestolendas a que nos tienen acostumbrados los partidos políticos tradicionales: Campañas que exigen miles de millones en publicidad para vender «imagen» y no liderazgo… En nuestro esquema electoral anti-bolivarianio, los maquilladores de imagen, los medios televisivos, radio y prensa, como vendedores de productos y servicios en general, venden también concejales, alcaldes, diputados regionales, gobernadores, diputados nacionales y hasta al Presidente de la República, sin importar si son buenos o malos… Gana el que tenga más dinero..! Esto obliga al candidato a pactar con sectores dispuestos a financiar las campañas a cambio de favores, razón por la cual la corrupción se ha convertido en un factor predominante en la democracia venezolana… El proceso electoral propuesto por Bolívar, según se desprende de sus innumerables escritos, se iniciaba en las bases populares, con la designación de los representantes de la Sociedad Patriótica y Organizaciones de Vecinos, quienes elegían a las personas más eficientes y que gozaban del aprecio de la comunidad… Allí no valían demagogos ni corruptos… Sólo los más preparados, comprometidos y con auténtica vocación de servicios y liderazgo, se ganaban el aprecio y el apoyo de la colectividad, para ostentar el cargo: representantes del pueblo..! Así se lograban auténticos líderes comunitarios, como la base política de una auténtica revolución bolivariana… Luego, los elegidos tenían como misión seleccionar a los concejales de cada cabildo, y éstos a su vez elegían al Alcalde… Los alcaldes, entre éllos, elegían al Gobernador provincial, luego los diputados, hasta llegar a la cúspide de la pirámide con la designación del Presidente; personalidad que al final del proceso, era el resultado de una depuración consecutiva de la voluntad popular en todos los estratos de la sociedad… Bolívar: «las continuas elecciones son indispensables en una democracia como la de Venezuela»… Pero quienes votaban..? decía Bolívar: «entre la comunidad se elige uno de cada diez vecinos, el cual debe realizar un oficio digno, ser respetado por la sociedad, y como condición: saber leer y escribir»… Es más que evidente, que este modelo electoral innovador bolivariano: es una garantía de que los elegidos siempre contarían con el apoyo entusiasta de las bases populares, ya que los concejales, alcaldes, diputados y hasta el presidente, surgen como resultado de lo más representativo de toda la sociedad, y por consiguiente, serían los más idóneos para ocupar dichos cargos, ya que tendrían el mejor título que se requiere para conducir los destinos del país: vocación de servicio..! y es la respuesta a la desesperación de Bolívar cuando se refería a los cargos de elección popular: «Los hombres de mérito no van a él porque los caminos son horribles y las distancias inmensas. Solamente los majaderos e intrigantes se encargan de la representación popular».

Si hoy adaptásemos el «Sistema Electoral de Gobernabilidad» propuesto por Bolívar, de inmediato reinaría la esperanza que reclama el país; pero sobre todo: se eliminaría a los candidatos impuestos por las cúpulas partidistas… le quitaría a los partidos políticos el papel protagónico y permanente que enturbia la gestión del gobernante… no les permitiría a los negociadores políticos chantajear a los candidatos con fuentes de financiamiento… todos los candidatos tendrían las mismas oportunidades para optar al cargo de elección popular… no habría ventajismo en un proceso electoral transparente, y sin la trampa de la manipulación de las campañas electorales… el proceso de votación se podría instrumentar rápidamente, de manera sencilla y bajo costo… no existiría el peligro de la manipulación de votos que siempre está presente en los procesos electorales… se acabarían las campañas mil millonarias, manipuladas, y la guerra de medios… y lo más importante, es que los elegidos responderían al sentimiento nacional electoral, ya que no serían impuestos por compromisos políticos ni económicos, sino que surgirían de las bases sociales, con su liderazgo innato y participativo; y no como sucede actualmente, donde el país se divide según los candidatos, y desde el primer momento, los perdedores rechazan al ganador, asumiendo una actitud anárquica y obstaculizadora en contra de los mandatarios municipales, estadales y nacionale..!

Definitivamente, el Libertador se proyectó al futuro de su tiempo…! como bien supo resumir Rafael María Baralt: «Un instinto invencible lo hacía mirar con horror las anarquías populares, hijas de la revolución… Para él no había dicha posible sino el orden, y para conseguirlo, más quería un menoscabo de la libertad que un peligroso exceso de ella»

Bolívar no sólo formó naciones y visualizó la formula para acabar con la anarquía política a través de un «Sistema Electoral de Gobernabilidad»… además, para Venezuela creó un modelo de gobierno que pusiera un alto a la anarquía social, que hoy al igual que ayer, desvió el trabajo productivo hacia la concepción pesimista de un destino incierto: una anarquía que se ha generalizado en todos los órdenes de la vida nacional, para convertir al país en un caos gerencia: transporte, seguridad, salud, educación, sindicatos, cámaras de comerciantes, medios de comunicación, empresarios, juntas de vecinos, y hasta en las iglesias… Su talento le hizo comprender desde un principio de la regeneración venezolana, lo peligroso de instaurar un sistema federativo de gobierno; es decir, caudillos regionales con poderes propios y omnipotente frente al estado nacional, que lejos de lograr la autonomía estadal, que hoy con tanto ahínco pregonan y vociferan nuestros gobernadores de Estado, sería caldo de cultivo para la anarquía generalizada de una sociedad clasista, separada en diversos intereses, viciada por la superstición, degradada por la tiranía política, amancillada por la pobreza, y corrompida por la ambición del dinero y del poder que incentivan los medios de comunicación… Es por ello, que Bolívar se empeñó en acabar con la anarquía de las leyes con un Poder Judicial de independencia absoluta, con jueces elegidos por concurso y con cargos de por vida; con un Congreso conformado por censores vitalicios que tuvieran como única función la de legislar; con un Poder Electoral autónomo para garantizar la transparencia y pulcritud de las votaciones sucesivas; con un Poder Moral que atendiera la educación, los medios de comunicación, y velara por la moral de los ciudadanos y de los empleados públicos. Bolívar: «Debemos a nuestra República una cuarta potestad, cuyo dominio sea la infancia y el corazón de lo hombres, el espíritu público, las buenas costumbres y la moral ciudadana. Constituyamos este Areópago para que vele sobre la educación de los niños, sobre la instrucción nacional; para que se purifique lo que se haya corrompido de la República; que acuse la ingratitud, el egoísmo, la frialdad del amor a la Patria, el ocio, la negligencia de los ciudadanos; que juzgue los principios de la corrupción, de los ejemplos perniciosos, debiendo corregir las costumbres con penas morales, como las leyes castigan los delitos con penas aflictivas, y no solamente lo que choca contra ellas sino que las burla; no solamente lo que ataca, sino lo que las debilita; no solamente lo que viola la Constitución, sino lo que viola el respeto público»; y finalmente, con un Poder Ejecutivo implacable en su resolución de conducir los destinos del país. Bolívar: «En las Repúblicas, el Ejecutivo debe ser más fuerte porque todo conspira contra él»

Como dijo Alberto Sanabria: «Cualquier carta de Bolívar es modelo de enseñanza y compendio de nobles ideas y de brillante iniciativa, que deberían tener como ejemplo los actuales gobernantes de América»

Después de leer el inagotable legado del Libertador, donde encontramos respuestas a la crisis gubernamental de vive V enezuela, llegamos a la conclusión de que requerimos bajarlo del pedestal en que lo hemos colocado, para insertarlo en la conciencia colectiva del venezolano; para que viva en nosotros: no sólo como un héroe de mil leyendas… no sólo como motivo lírico de nuestra literatura… no sólo como materia obligada en nuestra escuelas… sino además, como una fuerza arrolladora hacia nuestro destino y como directriz del futuro de Venezuela; y para que no volvamos a cometer los errores históricos que nos han hundido en la calamidad, la miseria, la incertidumbre y el pesimismo; recordando siempre, que por traicionar su legado bolivariano, ayer quienes lo veneraron como un Mesías en justo agradecimiento, luego lo abucheaban cuando los políticos lo echaron del país; y a partir de ese momento, la anarquía se instauró en la manera de ser del venezolano: el pueblo se lanzaba a la calle para celebrar a su nuevo mandatario y casi de inmediato la anarquía se apoderaba de la sociedad, que con la misma vehemencia se lanzaba a las calles a celebrar la derrota de su líder… Esa ha sido la constante de nuestro pueblo, sin entrar a calificar los gobiernos que nos precedieron.; y que hoy, luego de 168 años donde reinó la anarquía en un ambiente que favoreció la penetración del imperialismo salvaje con sus políticas neoliberales, que con su hambre insaciable devoraba nuestras riquezas, llega un gobierno bolivariano con el apoyo mayoritario de la población: Siete elecciones consecutivas legitiman el voto mayoritario de la población, y a partir de entonces, Venezuela retoma el camino de Bolívar, no sólo con su obra de profundo arraigo social, de justicia económica y defensa de nuestra soberanía amancillada, sino que el país hace honor al Padre de la Patria al ser bautizada como REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA..! No se trata de evaluar si el actual gobierno bolivariano es bueno, regular o malo, sencillamente, es un gobierno de arraigo popular que cuenta con el voto mayoritario de los electores, conforme a las reglas electorales señaladas en la Constitución… Pero al igual que ayer, hoy la anarquía se apodera del venezolano para orquestar manifestaciones, paros, y olas de protestas de todo tipo, sin importar el daño irreversible que se le hace al país, y donde los líderes políticos compiten en morbosidad peyorativa para hundir cada vez más a la patria de Bolívar, en una crisis de ingobernabilidad, como también le toco vivir al Libertador, y que en sus últimos momentos de vida escribió: «Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos… Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para librarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo y los militares empleando su espada para defender las garantías sociales… Mis últimos votos por la felicidad de la Patria… Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro»… Son las palabras reflexivas a quién debemos honrar el destino de su obra: VENEZUELA… Ya lo había dicho el prócer Francisco de Miranda: «bochinche, bochinche, los venezolanos no saben hacer sino bochinche»… y hoy, al igual que ayer, la diatriba electoral a invadido la escuelas de nuestros niños, las iglesias, todos los espacios de los medios de comunicación, los lugares de esparcimiento, el transporte público, los centros de trabajo, y se ha convertido en el día a día de nuestras vidas … Al respecto, cabe recordar las palabras aleccionadoras del Padre de la Patria, que al igual que ayer, hoy, mañana y siempre tendrán vigencia:

«Los pueblos son como los niños que luego tiran aquello por lo que han llorado… Si la América no vuelve sobre sus pasos, si no se convence de su nulidad e impotencia, si no se llama al orden y la razón, bien poco hay que esperar respecto a la consolidación de sus gobiernos, y un nuevo coloniaje será el patrimonio que leguemos a la posteridad»

Sabias palabras que bien supo interpretar el escritor Héctor Cuenca, cuando debemos reflexionar sobre lo que hemos aprendido del Libertador: «A pesar de todo el culto que en Venezuela se profesa a Bolívar, y a pesar de todo el empeño que la clase dirigente del país tienen por extender el conocimiento del Padre de la Patria, los venezolanos sabemos bien poco del Gran Hombre. No conocemos a Bolívar en la medida en que lo reclaman: ni nuestro patriotismo, ni nuestra nacionalidad. Necesitamos conocerlo, no en la simple enumeración de las batallas en que brilló su genio militar, ni tampoco solamente en esas verdades axiomáticas con las que a diario se mantiene y fomenta su culto. Nuestra devoción patriótica se tonifica y se expande al saber que Bolívar fue enemigo de la monarquía; que fue él el verdadero Libertador de seis naciones; que él pensaba en una sociedad de naciones con su memorable convocación y realización del Congreso de Panamá… ¿..Pero podríamos acaso defender esas verdades que se nos enseñan como dogma de fe patriótica..?»

«Que me manden salvar la República y salvo la América toda; que me manden desterrar la anarquía y no queda ni su memoria. Cuando la Ley me autoriza no conozco imposible. No son jactancias ni presunciones vanas esta oferta de mi corazón y de mi patriotismo»
Simón Bolívar

4 comentarios

  1. Srs/as:

    me daria mucho gusto que solventaran su ignorancia y prejuicios respecto
    a ciertos temas; como por ejemplo:
    – conceptualización BASICA del anarquismo como teoria politica, social, economica y filosofica
    – que en vez de disfrazar un patriotismo, (en una historia liberadora de muertes, traicione, ansias de poder, rechazo de la monarquia y continuacion de la plutocracia o dictaduras militares) este se asuma como cualquier persona «normal psicopatologicamente» define los paradigmas politicos en que creer.
    -el etnocentrismo tambien es discriminatorio
    -ADORAR A HEROES HISTORICOS COMO BOLIVAR ES COMO ADORAR A UN DIOS O MAS ASQUEROSO AUN ES COMO ADORAR A UN REY, A UN MONARCA.

    ojala puedan responder mis observaciones, tambien soy latinoamericano..
    PERO CREO EN LA LIBERTAD

  2. es lo mas eo k e visto

    • NO sabes ni escribir, para qué opinas? Eso que medio habrás leído, no es más que la pura verdad. Patria, socialismo o muerte, Venceremos.

  3. Unidad o Anarquía.
    La frase de Bolívar hay que entenderla desde puntos de vista multipolares.
    Como la frase de «lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca». Simón Bolívar no iba contra la naturaleza, iba contra los religiosos de la época que lo atacaban con terrorismo divino despues del terremoto de Caracas, un terremoto es un acontecimiento de la naturaleza, no de un Dios manipulado por los religiosos en contra de la Libertad de Venezuela. ¿Si Bolívar hubiera ido contra la naturaleza hubiera lanzado el decreto de Chuquisaca o hubiera amado a los animales?.

    Ahora en la frase de hoy, Bolivar se refería con respecto a la «unidad o anarquía» a la anarquia negativa «devoradora» como la llamó él, diferente de la anarquía como ideología politica expresada en diferentes movimientos bien organizados donde la anarquía es bien estudiada, debatida y su práctica no es para nada la destrucción sino la construcción de la libertad.

    Los anarquistas no están contra la unidad. Tan sólo están contra la unidad con caudillos o lideres. Pero la unidad sin lideres es totalmente posible y compatible con la revolucion bolivariana. Lo vemos como ha evolucionado la Ley de Los Consejos Comunales en Venezuela.

    Antes de la revolucion en Venezuela existian las llamadas Asociaciones de Vecinos, todo el país se organizaba comunitariamente en esas asociaciones ciudadanas del modelo capitalista, donde había la figura politica del «presidente de la asociacion». Al llegar la revolución eso fue cambiando, se creó en el año 2006 la primera Ley de Los Consejos COmunales, donde existía la figura de «vocero principal» de la comunidad. Cada urbanización, barrio o comunidad tenían entonces por la ley el deber y el derecho de tener un lider.

    En el año 2010, eso evolucionó al crearse la nueva Ley Organica de los Consejos Comunales, donde ya no existe el «vocero principal» ni de la comunidad ni de ninguna unidad o agrupamiento dentro de cada comunidad. Toda la estructura de poder popular comunitario en la nueva ley es horizontal, los voceros todos son iguales, no hay «vocero principal», no hay «lider» de la comunidad. El unico lider somos todos reunidos en asamblea de ciudadabos y ciudadanas, el «lider» ahora son las decisiones tomadas comunitariamente en estas asambleas.

    Asi que la unidad sin lider es totalmente posible y deseable, y los anarquistas saben eso y les gusta. Simon Bolivar no se refería a la anarquia autentica y positiva sino a la anarquia destructiva como la que pretenden instaurar los guarimberos en el pais: justicia por sus propias manos, derrocamiento de gobiernos democraticamente elegidos y con apoyo popular de las mayorias, terror y sin razon, impunidad y corrupcion… La anarquia de verdad no es así, la anarquia de verdad se parece más a los movimientos sociales y consejos comunales que a los guarimberos.

    Los anarquistas deseamos lo mejor para Venezuela. En el paso del tiempo las cosas van evolucionando positivamente cuando hay paz, con violencia la evolucion es caotica, destructiva y desaparecen formas de vida completas, como los dinosaurios con la violencia del meteorito. Es mejor evolucionar en paz y como anarquista considero que apoyo la unidad de movimientos latinoamericanos y la unidad de movimientos revolucionarios venezolanos.

    La anarquía a la que hace referencia Bolívar no es la anarquía anti-capitalista. Bolívar se refería a la concepción de la anarquía como caos, desorden, inclusive el mismo lo dijo «anarquía…donde cada quien quiere ser un lider», los autenticos anarquistas como son los movimiento anarquistas anti capitalistas más bien no desean ser lideres ninguno de sus integrantes, y si nos importa la voluntad de la mayoria.
    FRASE DE BOLIVAR:
    “Nuestro principal problema es la anarquía de nuestro políticos, de nuestro ejército, de nuestra iglesia, de nuestros comerciantes y hasta de nuestro pueblo… Cada quién cree tener la solución, cada quién quiere ser un líder y desde el primer momento, cada quién enfrenta al contrario; es decir, cada quién quiere hacer una cosa distinta y adopta posiciones antípodas sin causa aparente y sin importar la voluntad de la mayoría” –Simón Bolívar.


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    Esta Sección complementa la Sección “Bolívar un Enigma Americano” donde se presentan artículos referidos a la magia y el misterio que envuelven la Gesta Libertador de Simón Bolívar. Ambas Secciones constituyen un legado del Libertador, que ahora está al alcance del CIBERESPACIO, para profundizar en la BOLIVARIANOLOGÍA, como yo llamo a esa ciencia inédita que nos introduce en el interesante pasado americano, donde ese venezolano de nacionalidad continental llamado Simón Bolívar, fue el redentor de la extintas civilizaciones americanas, para convertirse en un Mesías que nos trajo, no sólo la libertad, el gentilicio y la nacionalidad, sino la Doctrina de una Religión que profesamos todos los nacidos o asimilados a estas prodigiosas tierras americanas: el BOLIVARIANISMO Por: Jorge Mier Hoffman